martes, 22 de mayo de 2012

El principio del final.

Esta semana es una de las semanas más duras de curso, no solo por los últimos exámenes, sino porque los caminos de todos aquellos que he tenido el honor de compartir, se separan.
Con gran emoción me despido de ellos, de esos compañeros que me han ayudado a lo largo de esta camino empedrado.
En especial a esa gentucilla que son mi familia, mis alegrías y mis penas, de los cuales llevo tatuados a fuego en mi corazón, que espero nunca perder su amistad y el contacto por muy lejos que estemos unos de los otros, porque sois el pilar fundamental de mi vida de la cual si no os hubiera conocido estaría hundido.
Nunca olvidaré mi paso por ese edificio, por esos pasillos marrones, las pistas, la entrada, esas salidas rápidas que teníamos que hacer para que no nos pillara el atasco que formaban los más pequeños, ese telefonillo con el cual hemos estado discutiendo hasta el último día...

Con este fin pongo punto y final al pasaje más amplio de mi vida y que nunca volveré a leer. Quiero olvidar todo el daño que he sufrido estos años, las amistades rotas, el rencor... todo, que esas palabras desparezcan en el fuego del olvido y que lo nuevo resurja como el fénix de sus cenizas.

Entre lágrimas, de alegría, termino esta entrada llena de emociones y de esperanzas, de que no cambie mi relación con mi gente. Un beso enorme y mucha suerte a todas las personas que inicia un nuevo camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario