lunes, 14 de enero de 2013

Año del recuerdo

Dicen que es mejor tarde que nunca así que aquí esta mi reflexión de todo el año 2012.

Ha sido uno de los mejores y más duros años de mi vida. Por todo lo que he encontrado y por todo aquello que he perdido. Gracias al 2012 he conocido a personas estupendas, a las que quiero con locura. Y que ojala no cambien nunca porque valen millones.
Este año hemos hecho millones de locuras en solo 12 meses, locuras que llegan al alma, locuras que me han hecho abrir los ojos, darme cuenta como era, como son las personas.
Miles son los recuerdos que se me vienen a la cabeza e imposibles de escribir todo.
Si tendría que poner un día en el cual empezó todo me remitiría a mi entrada Pequeñas grandes personas, pero todo se consolidó cuando Él se marchó. Día que jamás olvidaré, días en los que nos convertimos en los que somos, "Pequeños". Ahora miro mi cajón donde tengo recogido todos esos recuerdo y la emoción me invade. Notas, dibujos, regalos tontos para algunos y muy importantes para mi.
Grandes fiestas han sucedido desde entonces, ITI en la cual compramos aquella botella que tanto te gustaba y nos la bebimos a tu salud. Esas fiestas de los pueblos en las que recordábamos batallas antiguas y construíamos nuevas. Toledo, ciudad imperial, que ha sido cómplice de nuestras aventuras, secretos, encuentros, despedidas... ha sido la única que ha conseguido lo que no creíamos posible, reunirnos todos. Cada esquina, cada calle, cada bar... tiene un recuerdo, recuerdo grabado en piedra, recuerdos de nuestras escapadas. Esas tardes calurosas en las que por solo verte sonreír cogíamos el coche y nos escapábamos. Esos cambios de horarios que eran mi quebradero de cabeza que me cambiaban cada dos por tres. Las tardes muertas en el teléfono.
Miles son las escapadas que muchas de ellas ni me acuerdo. Si el Jose-Car hablara nos daba para una serie.  Clases de conducir, música, pies y manos por la ventanilla, ese pobre parasol que tanto a sufrido ya que se convirtió en guitarra, capote, churro de peleas...
Tardes muertas en casa de la Pelirroja, tirados por su habitación, su patio y si piscina.

Pero por muchos viajes que haga, esos recuerdo no valdrían nada sin esas personas, esos amigos que no se han apartado de mi camino, de mi lado. En los buenos y sobretodo en los malos momentos.
Sin ellos no hubiera sido lo mismo, me han echo reír y llorar, odiar y amar... siempre han sabido sacarme esa sonrisa que tanto necesitaba, esos consejos, esas frases de "¿A quién hay que pegar?" o "Pepinillo"

El deseo que pido a este 2013 es que no se aparten de mi camino, que sigan ahí siempre, con esa sonrisa y esas ganas locas de hacer cosas. 365 días para crear miles de aventuras y recuerdos nuevos.
Espero que este año lo paséis tan bien o mejor que el año que hemos despedido.

Mucho ánimo, suerte y amistad para este año nuevo.

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